– ¡Mira abuelo! Ella vuela allá en lo alto en la cúpula del Circo igual que nosotros lo hacemos allá entre las estrellas. Mira, ¡yo también puedo bailar así! ¡Anda! ¡Que musica tan alegre! Y ella se ha puesto a bailar con la musica de la orquesta que tocaba en el Circo.
– ¡Espera! Mira, el mismo Director está saliendo a la arena con un caballo blanco. ¡Qué plumaje tan bonito tiene de adorno! ¡Qué belleza! ¡Su crin y la cola están hechas unas trenzas! En ese momento la acróbata ha hecho un giro muy elegante y ha bajado justo al lomo del caballo ante el maravillado público. Después de eso ella ha desaparecido detrás de los bastidores galopando en el caballo y enviando besos con la mano a sus espectadores acompañada por un gran aplauso. En ese momento Astrelka no ha podido aguantar más y ha roto a bailar bajo la cúpula del Circo. El Director de Chapito estaba en el centro de la arena preparado para proclamar al siguiente artista de la actuación. Él ha subido su mirada hacia arriba y no ha podido pronunciar nada porque se ha quedado sin palabras y solo ha murmurado: – ¡Estimado público! ¡La siguiente actuación de la noche es de… El no ha terminado la frase ya que estaba tan confundido por algo, y sin saber qué hacer ni que decir, de repente ha empezado a… cantar: Hay quien adiestra a tigres, Leones, leopardos… Y yo solo intento A entrenar un poco, A amaestrar un poco A los actores buenos, A mis amigos fieles – Actores de este Circo Intento enseñar… ¡Qué trabajo tan difícil! ¡Qué tarea infinita! Un poco de orden ¡En un Circo crear!.. El Director ha subido sus ojos hacia arriba, ha visto allí algo que le ha hecho callar y ha susurrado:
– ¡Oh! ¿Qué es lo que hay ahí arriba? ¡Cuántas cosas he visto yo en ese Circo! Algunas veces pienso que he nacido ya siendo el Director porque siempre me recuerdo aquí… Recuerdo haber visto a espectadores sin entradas que querían ver el espectáculo y se escondían en unos lugares inesperados. ¡Pero jamás he visto que alguien baile con tanta entrega allá tan alto en el aire como lo hace esta niña! ¡Algo así no me lo imaginaba ni yo a pesar de que ya sea un Maestro viejo! A la Arena han salido corriendo todos los demás artistas del Circo y han parado al lado del Director maravillados por el baile de Astrelka. El público tambien la estaba mirando y se oía por todo el Circo:
– ¡Mirad! ¡Mirad! ¡Una chica bailando en el aire! – ¿Dónde? ¿Qué?? ¿Dónde y quién baila?
– ¡Que no baila en la arena! ¡Allí está, bailando bajo la cúpula del Circo! ¡Mirad, tiene una pandereta en la mano y la está tocando mientras baila! Y sale de la pandereta algo brillante y plateado… ¡No sé si son estrellitas o moneditas! ¡Mirad, mirad!!! ¡Su pandereta está derramando autentica plata! Los espectadores se han olvidado ya del espectáculo. ¡Todos se han levantado de sus asientos y han empezado saltar quien más alto para coger las moneditas plateadas que salían de la pandereta de Astrelka!
– ¡Plata! ¡Monedas! ¿Dónde está la plata? ¡Coged, agarrad! Todos los presentes saltaban intentando atrapar las estrellitas plateadas que seguían cayendo de la pandereta. Todos estaban atraídos y maravillados por la danza de Astrelka.
– ¿Pero qué has hecho chica? ¡Has interrumpido la actuación de los actores del Circo! ¿Qué hacemos ahora? ¡Le hemos roto toda su programación a los artistas! – decía enojado el abuelo de Astrelka. Pero después de pensar un poco ha tomado una decisión – ¡Bueno! ¡Pues sea lo que sea! ¡Sigue bailando porque te está mirando todo el mundo! En realidad, hasta los músicos de la orquesta han dejado de tocar, desconcentrados. – ¡Está bien! Te acompañare con mi musica. ¡Baila!!! – ha dicho el abuelo y ha empezado a tocar su violín que lucía todos los colores del arco iris. No solo una musica fascinante fluía de las cuerdas de su violin sino tambien una luz increíble, hechicera y mágica que ha iluminado todo el Circo. Astrelka bailaba como nunca deseando expresar con su danza toda su admiración y gratitud por todas las cosas maravillosas que ha visto en la Tierra y tambien aquí, en el Circo. Ella bailaba, daba vueltas, giraba y tocaba su pandereta de la que salía cada vez un torrente de luceros. Esas estrellitas que tanto parecían a monedas plateadas y el público las cogía muy contento. Viendo que esas estrellitas le daban tantísima alegría a la gente
Astrelka tocaba la pandereta más y más fuerte y cada vez aparecía más y más plata. Luego la chica se ha acercado volando al Director del Circo y le cogió de la mano. Han subido sobre de la arena y el Director volaba junto a ella exclamando tan feliz:
– ¡Ay! ¡Ay! ¡Estoy… volando! ¡Volando como un ángel! ¡Es un milagro! Y ese milagro lo ha hecho una niña pequeñita. ¡Maravilloso! ¡Y que sorpresa! en cuanto le he dado la mano a uno de los payazos, el payazo en su turno ha dado su mano a un adiestrador de animales, el adiestrador a la niña gimnasta y todos ellos se han subido en el aire y empezaron a volar. Muy pronto en ese mismo corro daban volteos juntos todos los espectadores, todos los artistas del circo y todos los animales que tambien iban detrás de sus adiestradores. Todo el público ha abandonado sus asientos y se ha unido al corrito volador muy contento con esa maravillosa actuación. ¡Y muy, muy pronto el Circo se ha quedado pequeño para ese gran círculo! Todos han salido de la cúpula de Chapito y han volado encima de la ciudad nocturna cantando una divertida canción: ¡Soñemos y volemos! Estrechando las manos Los viejos amigos, Vecinos y hermanos. Volemos como aves, Sin límites ni fines, Encima de las naves Y casas y jardines. ¡Hagamos mucho ruido Queridos ciudadanos! Tambien nos disculpamos A quien hemos ofendido. Y los desconocidos De repente y sin esperarlo, Serán mejores amigos ¡Y nada podrá separarlos! Y los que antes iban Enfadados y callados, ¡Olviden sus enojos! ¡Y muy felices vivan!