Leon Malin
Lena-fiscal. Amor y tumba
© Leon Malin, 2017
ISBN 978-5-4485-8437-4
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Elixir
Siendo de alguna manera en otra ciudad, de ahorrar dinero, me detuve en un hotel supernumerario. Fue un verano caluroso y sofocante. Me acosté de noche en la cama de mi habitación y no pude conciliar el sueño. El día fue bien, mañana era posible regresar a casa. No había aire acondicionado en la habitación, y la ventana abierta no salvó. Sí, y mosquitos. Me levanté para beber agua, encendí la luz. Debajo de la nevera sombreaba la sombra, cucaracha. No me gustan las cucarachas Me quité las zapatillas y empujé un poco el refrigerador. ¡Aquí está! Una cucaracha en el piso, uno, dos, pero todos por. En el lugar cerca de la pared donde estaba el refrigerador, había un zócalo, debajo del cual un pequeño borde de un pedazo de papel estaba mirando. Lo saqué. Resultó ser una hoja amarillenta con texto escrito en una máquina de escribir. La máquina era mecánica, porque algunas letras se hundieron y se desvanecieron más que el resto. El texto decía: “Si estás leyendo mi carta ahora, entonces ya no estoy vivo. Los guardianes del Secreto de Elixir me han estado siguiendo durante mucho tiempo. Y ahora uno de ellos está en el lado opuesto de la calle, lo veo en la ventana”. Fui a la ventana, las luces iluminaron la calle desierta. Nadie, como, no lo fue. Continué leyendo: “Estoy enfrentando una muerte segura, porque los he robado Secreto. El secreto de Elixir simplemente no se pone en manos de otros. Elixir puede revivir a los muertos, otorgar vida eterna y convertir el mercurio en oro. La fórmula secreta que escondí en la celda bancaria. Y tengo un pequeño Elixir conmigo, está escondido en mi cuerpo. ¿Por qué te cuento todo esto? Ni siquiera te conozco Pero tú eres mi única salvación. Me harás vivo. ¿Cómo? Acerca de esto a continuación. Me salvarás ¿Y qué te ofrezco a cambio? A cambio, conseguiremos con ustedes (juntos) un poder colosal y poder sobre todo el mundo. Imagine cuánto mercurio podemos convertir fácilmente en oro. Toma el termómetro habitual. ¿Cuántos gramos de mercurio hay? Es todo oro puro, cien por cien. Nos convertiremos en las personas más ricas del planeta. Además, podremos revivir a los muertos. ¿Puedes imaginar cuántas posibilidades hay? Bueno, nosotros mismos nos convertimos en inmortales. Quizás encuentres que todo esto es un delirio loco, pero tengo pruebas, son más bajas. ¿Qué necesitas hacer? Ven a mi tumba, ábrela y salpica mi cuerpo con gasolina, kerosene o diesel. El reactivo que hay en mí comenzará a entrar en contacto con la gasolina y mi cuerpo se recuperará rápidamente. Volveré a la vida en 15 minutos. Los Bárbaros-Guardianes me matarán (hoy o mañana), probablemente con una daga. Me buscarán, pero no encontrarán nada. Mi cuerpo se encontrará sin dinero, objetos de valor y documentos. Pero preví esto. Tengo un tatuaje en mi espalda con mis datos y una indicación de dónde enterrarme. Me enterrarán en el pueblo de Lebedevo, en la región de Kostroma. Allí encontrarás mi tumba. Encontrarlo será fácil. En la piedra o la cruz se escribirá ‘Terekhov Ivan Vasilyevich’. Soy yo Esta es una prueba de que estoy diciendo la verdad. Ve a Lebedevo, encuentra mi tumba, saca el cuerpo, moldea con gasolina (queroseno, combustible diesel) y yo volveré a la vida. ¿Por qué comparto contigo mi secreto y riqueza? Porque además de ti no hay nadie para ayudarme. Esta nota está compuesta en una sola copia. Me ayudarás a volver a la vida, te ayudaré a ser la persona más rica del mundo. Matarme, los Guardianes se calmarán y no tendremos ningún obstáculo. Si después de leer esta nota, usted no me va a excavar o si (la nota) se ha ido, entonces Secret Elixir de nuevo hundirse en el olvido para siempre. Y solo nos encontraremos contigo en el reino de los muertos. Te espero en la tumba, ven. Ivan Terekhov”.
¿Qué es esto, una broma? Pero, ¿a quién se destina? Para mí? Pero estoy aquí por algún lado. Probablemente, esta es una nota de un loco. ¿Qué pasa si hay una tumba en la realidad? ¿Pero cómo lo sabes? Para ir allí. En el tren a casa, una nota extraña nunca desapareció de mi mente. Y qué pasa si vas a la región de Kostroma por una semana. Tome unas cortas vacaciones, descanse un poco. Tal vez pueda ir a pescar… Si no voy ahora, definitivamente no estaré listo. En casa encontré en Internet el pueblo de Lebedevo. Por cierto, no está muy lejos llegar allí. Día en el camino, contando el tren y el autobús. Y ahora estoy en otro viaje de negocios a la aldea de Lebedevo. Estoy sentado en el tren, los campos y los bosques pasan por la ventana. Qué hermosa naturaleza todos tenemos en la Franja Media. Ahora iré a Lebedev, miraré el cementerio, me aseguraré de que no haya una tumba de Terekhov allí, caminaré por lugares hermosos y con un corazón limpio en casa. El cementerio en Lebedevo era pequeño. Lo revisé todo en 10 minutos. Y encontré la tumba de Ivan Terekhov rápidamente. Resulta que murió hace mucho tiempo, hace 9 años. Bueno, hay una tumba, y ¿qué sigue? No hay vigilante en el cementerio de la aldea. La tumba de Terekhov está en el borde, casi en el bosque. Enfoques convenientes. En serio, me solucionaré? Pero ya es tarde, tal vez en algún lugar para pasar la noche, y la mañana, como dice el refrán, las noches son más sabias. Estoy caminando por el pueblo, dos abuelas se encuentran conmigo, el primero me saludó. – “Hola, ¿puedes decirme, hay un hotel aquí?” – "¿Qué hotel, cariño, de dónde? Usted no tiene lugar para quedarse? Mira, ves una casa amarilla, Klavka vive allí, vete, te dejará ir. Y lo tomará a bajo costo”. Voy a Klavka. Klavka resultó ser una ancianita pequeña y seca: “Sí, te defraudaré, querida, te decepcionaré, no me lo tomaré en serio”. ¿De dónde vienes? De la capital? En el caso de Ali, ¿cómo? "-" En el caso, abuela, un amigo de uno para ver, pero no lo encontró”. – "¿Y cuál es el nombre del amigo? Sí, está lleno de que estoy hablando. Estás fuera de la carretera, descansa, supongo, quieres, aquí, tranquilízate. Por la mañana fui a las tiendas del pueblo. En “Artículos para el hogar” compré una pala de bayoneta con mango corto, una linterna y dos litros de queroseno en el embalaje de la fábrica (no había gasolina). Por la tarde fui a dar un paseo al cementerio, miré las formas de aproximación y partida. Después de la cena de la abuela, se acostó a descansar. Y me quedé dormido… soñé con el esqueleto de Ivan Terekhov, que me estaba persiguiendo en el cementerio. En el “negocio” decidí irme a las 2 a.m., antes del amanecer me las arreglaré.
