¡Hola che1! ¿Qué tal?
Me llamo Pablo. Soy argentino. Vivo en Argentina.
¿Sabés dónde está Argentina? Es un país de América Latina. La capital de Argentina es Buenos Aires. Yo vivo en la capital. Buenos Aires está en el centro del país.
Me gusta mi ciudad. Es muy linda. Tiene muchos lugares interesantes. En el centro de la ciudad está la Plaza de Mayo2, la Casa Rosada3 y el famoso Obelisco4. Pero yo no vivo en el centro de la ciudad. Yo vivo en un barrio tranquilo. Me gusta mi barrio porque la vida acá es más lenta.
Yo puedo tomar mate todo el día. Me encanta el mate5. El mate es una bebida típica de Argentina.
Me gusta el asado6 también. El asado es una comida típica de Argentina. Me gusta comer asado con mi familia. Cada fin de semana como mucho asado con mi familia. Es muy típico comer asado con la familia cada fin de semana.
Mi familia es grande. Yo tengo mamá, tengo papá y tres hermanos. Yo soy el hermano mayor. Mi nombre completo es Juan Pablo. Mis hermanos también se llaman Juan. Somos los tres Juanes. Nuestro primer nombre es Juan. Pero nuestro segundo nombre es distinto. Yo soy Juan Pablo. Y mis hermanos se llaman Juan Manuel y Juan Sebastián. También tengo una hermana. Ella se llama Micaela.
Mis hermanos están casados y tienen hijos. Yo no estoy casado y no tengo novia. Yo vivo solo. Por eso yo estoy un poco triste. Pero yo tengo una gata que se llama Nina. Es una gata linda y grande. Ella es gorda, es regorda. Yo creo que mi gata Nina come mucho, por eso es muy gorda.
Además de tomar mate y comer asado yo tengo mi trabajo para poder comprar más mate y asado. Me gusta mi trabajo porque me gusta cocinar. Yo soy panadero. El panadero prepara pan, ¿verdad? Pero yo no preparo pan. Yo preparo galletitas. Yo preparo galletitas muy ricas. Mis galletitas son las más ricas de mi barrio. ¿O también de toda la ciudad? Me gustan mis galletitas. Yo las preparo muy bien. Yo tengo mi receta secreta. Soy un panadero bueno. Pero también soy un panadero triste porque soy un panadero sin panadería. Yo no tengo mi panadería.
Yo quiero tener mi panadería, pero no la tengo. Es muy triste. Y yo vivo solo. Tengo una gata, pero no tengo novia. Yo quiero tener novia, pero no la tengo. Es muy triste.
Ahora yo voy al centro de la ciudad para ver diferentes panaderías. Me gusta ver como son y soñar con tener mi propia panadería.
¡Buenos días a todos! Me llamo Tatiana, pero me gusta más mi nombre corto Tati. Soy de Rusia, de San Petersburgo. Es una ciudad re linda que tiene muchos edificios hermosos. En San Petersburgo o simplemente Piter, como la llaman, hay muchos museos, teatros, monumentos y parques. Me encanta mi ciudad.
También me gusta mucho viajar, por eso estoy ahora en Argentina, en la ciudad de Buenos Aires. A veces la gente dice que San Petersburgo es la Venecia del norte. Sobre Buenos Aires dicen que es la París de América. Y yo entiendo por qué. Buenos Aires es una ciudad bastante europea. Muchos argentinos tienen raíces de Italia, España, Alemania, Francia y otros países de Europa. Hay edificios que parecen a los edificios franceses.
Mi vida es bastante tranquila, pero interesante. Yo soy profesora de español y doy clases online. ¿Pero saben qué? El español de Argentina o español rioplatense como lo llaman es bastante distinto. Cada día yo aprendo muchas palabras nuevas, como, por ejemplo, pollera, remera, lapicera, boludo, palta, durazno7y muchas más. Me encanta conocer mejor la cultura de Argentina y su idioma.
A veces me siento un poco triste porque no tengo familia, pero yo no estoy sola. Tengo mi gatita. Se llama Dasha. Es de color negro y tiene los ojos verdes. Dasha es re inteligente y linda. Le gusta viajar conmigo en su mochila.
Me gusta cada mes cambiar de departamento y vivir en otro barrio. Así que una vez por mes meto a Dashita en la mochila y nos dirigimos a otro barrio. Es divertido y así conocemos mejor la ciudad.
Ahora estamos en el barrio Boedo. Acá hay mucha vida. Mi departamento está en el primer piso y yo tengo una ventana alta y grande. Cada mañana desayunamos con Dasha al lado de la ventana y miramos a la calle. A veces la gente nos saluda y dice: “¡Hola! ¿Qué tal?” Los argentinos son muy amables y siempre con sonrisa.