El desarrollo de una empresa es un mecanismo único, cada eslabón del cual realiza su función prevista, interconectado con las funciones de otros eslabones.
La gestión es una síntesis de medios y métodos para preparar decisiones de gestión y organizar su ejecución.
Las tareas a las que se enfrentan los órganos de dirección difieren en cada empresa dependiendo de la situación socioeconómica interna y externa específica. Sin embargo, la dirección de una empresa, incluso si está formada por 3-5 personas, está obligada a resolver todo el complejo de problemas, independientemente de su contenido cuantitativo y cualitativo real; de lo contrario, el ciclo de reproducción terminará.
La relevancia de estudiar el nivel de desarrollo de la cultura organizacional y el grado de su influencia en la gestión de la organización social de una empresa implica la importancia de la situación actual y las tareas de la gestión de una empresa moderna.
Las relaciones socio-productivas determinan el papel y el lugar de cada trabajador en el proceso de producción, intercambio, distribución y consumo.
Decenas de miles de personas interactúan en un solo proceso de producción, y el resultado final, el resultado de las actividades de un gran equipo, depende de la calidad y eficiencia del trabajo de cada una de ellas.
Por eso es necesario contar con principios con base científica para organizar la gestión de la producción en las empresas, que en última instancia constituyen el potencial de la economía del país en su conjunto.
Se distinguen los siguientes principios de organización de la gestión de la producción: funcional (orientado profesionalmente), cuantitativo, espacial y temporal. Sobre su base, se construyen principios de gestión específicos, tanto generales como privados (característicos de empresas individuales, áreas de actividad): compatibilidad y concentración de objetivos; continuidad y confiabilidad del sistema; planificación, proporcionalidad y dinamismo de la gestión; democracia en la distribución de derechos, deberes y responsabilidades; ciencia y validez de las decisiones tomadas; eficiencia de gestión; compatibilidad de intereses personales, colectivos y estatales en la gestión.
El principio de compatibilidad y concentración de objetivos radica en la creación de un sistema de gestión conectado y decidido, en el que todos sus vínculos forman un mecanismo único destinado a resolver un problema común. El trabajo de los talleres individuales, áreas de producción, laboratorios, departamentos está estructurado de tal manera que, en última instancia, en un momento dado, aparecen exactamente los productos que el consumidor necesita en ese momento.